Candela Producciones Audiovisual y Héctor Arnau

 

Desde Waka tenemos el placer de invitarlos a una doble presentación:

 

-De 19.30h a 20.20h tendremos el gusto de compartir con vosotros la proyección del documental “Liderándona”, producido por Candela Producciones Audiovisuales y que cuenta con la colaboración de Producciones Orgánicas.

 

En esta ocasión Candela Producciones nos invita a conocer una forma de liderazgo femenino en las mujeres latinoamericanas residentes en la isla y que crece entorno a la soberanía alimentaria y el colectivismo.

 

 

Duración: 47 minutos. Año: 2012. Autoría: Martha Zein y Mechi Mariani. Producción: Candela Producciones Audiovisuales.  Formato: HD. Precio: 12 euros ( 50% para las comunidades participantes, 15% para la música original, 35% para la productora y autoras). Licencia: Creative Commons. Idiomas:  catalán, castellano, Ixil.

 

Síntesis: Un grupo de compañeras residentes en Mallorca descubre otras formas de liderazgo femenino en las mujeres latinoamericanas residentes en la isla. Una de estas compañeras viajará a Colombia y Guatemala y conocerá la semilla que engendra este motor de cambio y que crece entorno a la soberanía alimentaria y el colectivismo. Esta será la clave que une a las mujeres del Sur y el Norte.

 

http://candelaproducciones.com/

 

Y a las 21h volveremos a tener la oportunidad de disfrutar de HÉCTOR ARNAU & LOS JUGLARES CAZURROS en la performans:

‘MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO’

donde persevera en el careo sarcástico con la audiencia, insiste en las consignas del teatro de acción viajando con su trabajo allá donde no se le espera y traza un tragicómico mosaico panteísta en

torno al supuesto nihilismo, la falta de espíritu y al desencanto como inercia de las últimas

generaciones… y también de las pasadas…

 

 

 

 

Héctor Arnau, una vez más desdoblado cazurramente en su papel múltiple de pobrecito hablador a sueldo de las licoreras y de los antros de más alcurnia de la vanguardia estudiantil, representa a un párroco panteísta acongojado por el relativismo juvenil, el escepticismo psicotrópico, la pobreza espiritual, la saturación de la publicidad como conocimiento y la emprende desmanotadamente (con aventajada técnica vocal) contra la ley del talión, la democracia capitalista, las universidades-empresa, el turismo revolucionario y la etimología como ciencia infusa. Los resultados son los previsibles: el rito consumado entre un público no precisamente sobrio, el barritar extático de los todavía creyentes alcanzado la comunión, referencias inconscientes a Bataille, Artaud, Guénon y Lautréamont en píldoras conspiratorias de la burguesía afrancesada y la típica fantasía universal de descender a los infiernos para contarlo después y proclamar el monoteísmo. En definitiva, como dijo el único crítico que aguantó hasta el final de la obra: “…de Shakespeare a Iggy Pop en 50 minutos. No se acerque mucho, llévese auriculares y póngase cerca de la puerta”. Y no se lo pierda.